"A partir de enero Turquía ha deportado a 1.112 extranjeros que querían unirse al EI", dijo el titular en una cumbre dedicada al extremismo que tiene lugar en Washigton.
Según la agencia Anadolu, el ministro aseguró que cuando su país "recibe a tiempo los datos de los servicios de inteligencia, puede detenerlos o deportarlos".
"Se trata de nuestro enemigo común", constató Yilmaz.
El titular turco destacó que en la lista negra de personas que tienen prohibida la entrada en el país por sospechas de colaborar con el EI un 46% proviene de África del Norte y de Oriente Próximo, mientras que el 27% proviene de los países de Europa Occidental y de América del Norte.
La Cumbre para Contrarrestar el Extremismo Violento, organizada por la Casa Blanca y cuyo orador central es el presidente Barack Obama, ha reunido este jueves a representantes de más de 60 países. La delegación rusa está presidida por el director del Servicio Federal de Seguridad (FSB), Alexandr Bórtnikov.
En verano pasado el EI ocupó vastos territorios de Irak y Siria, donde desencadenó la persecución de kurdos, cristianos y musulmanes que profesan otra variante del islam y proclamó un "califato árabe".
Durante los combates en Siria contra las fuerzas gubernamentales este grupo extremista ganó la fama de ser el más cruel de los movimientos similares.
En agosto pasado una coalición internacional liderada por EEUU empezó a bombardear las posiciones del EI en Irak, y en septiembre en Siria, donde no contaba con el consentimiento de las autoridades locales.