Beija-Flor generó gran polémica en la presente edición del Carnaval al aceptar los 3,5 millones de dólares del dictador africano, Teodoro Obiang Nguema Nbasogo, y dedicar su desfile a su país, Guinea Ecuatorial, que gobierna sin interrupciones desde hace 35 años.
"Escogimos una temática para hablar de un país africano que muchos no conocían. Lo que hacemos aquí es la fiesta del Carnaval, el régimen no nos compete. Cuba era odiada por el mundo democrático y ahora está siendo aplaudida", declaró el presidente de Beija-Flor, Farid Abrao, para defender la escuela ante las críticas recibidas.
La samba del músico Neguinho da Beija-Flor, intérprete oficial de la escuela desde hace 40 años, fue muy aplaudida por todo el público el pasado domingo en el Sambódromo mientras los 3.700 integrantes de la escuela desfilaron junto a 7 carrozas alegóricas decoradas todas ellas con motivos africanos de gran colorido.