"Mijaíl Saakashvili (…) intenta dar un giro a la difícil situación que se ha creado en torno a él y en cierta manera dar una dimensión política al carácter criminal de su gestión como presidente de Georgia", dijo Mujin en declaraciones a RIA Novosti.
Una cosa es abrir una causa penal a un particular, y otra bien distinta es hacerlo a un político con ambiciones presidenciales, explicó el experto.
"Estamos ante un intento torpe de defenderse y ocultar la histeria que hace el expresidente georgiano", sentenció.
En una entrevista con la cadena Rustavi 2, Saakashvili afirmó que no tiene intención de regresar al poder por medio de un golpe de Estado sino que lo hará mediante elecciones.
Mijaíl Saakashvili abandonó Georgia inmediatamente después de la investidura del nuevo presidente del país, Gueorgui Margvelashvili, en noviembre de 2013.
A finales de julio pasado, la Fiscalía General de Georgia abrió contra el expresidente un caso penal por abusos, debido a su presunta implicación en la disolución de un mitin de la oposición en noviembre de 2007, el cierre violento de la cadena de televisión Imedi y la apropiación de bienes del fundador de la cadena, el multimillonario Badri Patarkatsishvili.
En agosto, presentó contra Saakashvili otro cargo, por malversación de fondos.
La víspera, el ministerio fiscal georgiano informó que solicitó a Ucrania la detención y la extradición de Saakashvili, nombrado recientemente asesor del presidente ucraniano.