El aumento en los niveles también se dio en otras reservas que suministran a Sao Paulo, la ciudad más poblada de Brasil con 21 millones de habitante y la más afectada por la peor sequía en los últimos 84 años.
A pesar de las evidentes mejorías de los últimos días, las advertencias de organismos como el Centro Nacional de Monitoramiento de Desastres Naturales, que calculó que el agua de la reserva de Cantareira se consumiría en el mes de junio, han pesado en la decisión del gobernador de Sao Paulo, Geraldo Alckmin, de preparar un drástico racionamiento del agua potable en la mayor metrópolis de Sudamérica.
Desde inicios de la pasada semana, la Sabesp multa además con un incremento de hasta el 40% de la factura del agua a aquellos usuarios que excedan hasta un 20% su consumo mensual y un 100% para quienes lo sobrepasen y quedó prohibido el uso de agua potable para las labores de limpieza en las calles o de los vehículos particulares.