Otra obra de infraestructura especialmente cara asociada a los Juegos Olímpicos fue la construcción de las cuatro líneas de BRT (Transporte Rápido en Bus), con un coste de 6.000 millones de reales (2.117 millones de dólares) y pagadas exclusivamente con dinero del ayuntamiento de la ciudad que sufre una situación similar con los 5.000 millones de dólares que deberá invertir en los 14 proyectos de Río 2016.
La precaria situación del sector petrolífero, principal actividad económica de Río de Janeiro a través de la semiestatal Petrobras, también ha influenciado fuertemente la reducción drástica de la recaudación dejando la deuda del estado en un 178% del presupuesto anual, siendo el límite permitido por la Ley del 200%.
Debido al corte en la recaudación y con vistas a reducir el déficit, el gobernador del estado de Río de Janeiro, Luiz Fernando Pezao, anunció recientemente drásticos recortes en la administración con el objetivo de ahorrar 4.000 millones de reales (1.411 millones de dólares) en 2015.