La policía ha acusado a un vecino de las víctimas, Graig Stephen Hicks, de haberlas matado el martes pasado en la ciudad de Chapel Hill. Según los agentes, Hicks disparó contra Deah Barakat, de 23 años, su esposa Yusor Abu-Salha, de 21, y la hermana de ésta, Razan Abu-Salha, de 19, tras una disputa por el aparcamiento.
Pero los investigadores han señalado que también están comprobando si el sospechoso tuvo motivaciones de odio hacia las víctimas porque eran musulmanes.
El ministerio de Exteriores palestino ha indicado que Hicks "es un extremista y un racista estadounidense odioso" y ha asegurado que el incidente sugiere un aumento peligroso de la discriminación contra los musulmanes estadounidenses.
"Consideramos que es un indicio serio del aumento del racismo y el extremismo religioso, que es una amenaza directa a la vida de cientos de miles de ciudadanos estadounidenses que siguen la fe islámica", ha indicado el ministerio en un comunicado.
La ANP ha solicitado "una investigación seria y la participación de expertos palestinos para aclarar las circunstancias de estos asesinatos premeditados" en Chapel Hill.
El jueves, el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, criticó al presidente estadounidense, Barack Obama, por "permanecer en silencio" sobre los asesinatos, que han captado la atención internacional y que preocupan a muchos musulmanes estadounidenses.
Ayer, Obama emitió una declaración en la que describió el incidente como "brutal e indignante" y dijo que nadie en EEUU debe ser atacado por su religión.