"Es el primer paso y muy real para frenar la guerra y desmilitarizar algunas zonas", declaró el jefe del Parlamento de la RPD, Andréi Purguín.
La víspera, en la capital bielorrusa el Grupo de Contacto (Ucrania, Rusia, la OSCE) y los jefes de las milicias de Donetsk y Lugansk acordaron una serie de nuevas medidas para arreglar el conflicto en el país eslavo, tras el fracaso de las iniciativas anteriores.
El documento, bautizado por la prensa como el acuerdo Minsk 2.0, fue apoyado por los líderes de Alemania, Francia, Rusia y Ucrania en una declaración conjunta, resultado de su maratoniana reunión de unas 16 horas.
En particular, se acordó un alto el fuego en el este de Ucrania a partir de las 00.00 horas de Kiev de 15 de febrero, la retirada del armamento pesado por los bandos del conflicto en el transcurso de dos semanas y una reforma constitucional hasta finales de este año que garantice una descentralización y por lo consiguiente un estatus especial de varias regiones de provincias de Donetsk y Lugansk.