El periódico recuerda que no es el primer acuerdo de paz para Ucrania pero constata que este nuevo documento –firmado por los miembros del Grupo de Contacto (Ucrania, Rusia y la OSCE) y representantes de las repúblicas de Donbás– es más detallado que el protocolo de Minsk de septiembre pasado e incluye medidas adicionales de seguridad además de la reforma constitucional de Ucrania.
Según Vedomosti, de esta manera se ha optado por el "guión de Chechenia": Donbás permanecerá en el seno de Ucrania pero tendrá estatus especial y disfrutará de subvenciones del Gobierno central.
A la vez destaca varios imperfectos del documento: fue firmado por el Grupo de Contacto y no por los líderes de los cuatro países que protagonizaron la cumbre de Minsk; tiene pocos puntos vinculantes; carece de plazos concretos; la carga sobre Kiev parece desproporcionada, etc.
Con todo ello, la implementación de este segundo acuerdo de Minsk representa un gran problema pero sí hay algo que infunde esperanza, según Vedomosti. Primero, los bandos han llegado a un límite más allá del cual "no existen estrategias razonables", algo que representa "una importante restricción para una nueva escalada" del conflicto.
Segundo, fueron unas negociaciones de los líderes aunque sus resultados se firmasen por el Grupo de Contacto.
Tercero, "una guerra híbrida puede llegar a una paz híbrida".
En el nuevo documento no figuran las autoproclamadas repúblicas populares de Donetsk y Lugansk cuyos líderes ya no hablan de la independencia sino afirman que representarán un ejemplo para toda Ucrania, destaca el diario.
Según Vedomosti, una paz en Donbás favorece a Putin. Comenta que nadie ya menciona Crimea mientras que el este de Ucrania tiene "garantizado" su estatus especial.
Más complicada es la situación de Poroshenko: el parlamento ucraniano puede oponerse a la reforma constitucional y el propio chocolatero enfrentará las acusaciones de "haber entregado Donbás" aunque los cuatro líderes confirmaron este jueves en Minsk su respeto a la integridad territorial de Ucrania.
La paz será un objetivo difícil de conseguir, advierte Vedomosti y añade que incluso en una situación "civilizada al parecer" un conflicto semiarreglado puede prolongarse por tiempo indeterminado.