"Aquella noche yo también morí", ha lamentado Schettino en su último legato ante la corte, al mismo tiempo que acusaba a los medios de información de no haber mostrado "ningún respeto por la verdad" y de haber actuado en calidad de "picadora de carne".
El ex capitán del Costa Concordia no estuvo presente durante la lectura del veredicto, según el cual Schettino además ha sido inhabilitado durante cinco años y seis meses a ejercer de comandante de barco y de forma perpetua para cargos públicos.
Schettino ha figurado como único acusado en este proceso que duró tres años y en el que se le incriminó homicidio múltiple, naufragio y abandono de la nave.
La empresa propietaria, Costa Cruceros, aceptó una multa de un millón de euros y la Fiscalía negoció con otros cinco oficiales del barco que al inicio también comparecieron ante los tribunales.
El conocido como "capitán cobarde" fue acusado de ser el principal responsable del naufragio de la nave, después de que esta encallara en unas rocas tras aproximarse demasiado a la costa de la pequeña isla del Giglio, y de haber abandonado el barco antes de que todos los pasajeros estuvieran a salvo.