"Eso es malo para Rusia y, con el transcurso del tiempo, también para Estados Unidos porque si a Rusia le va mal, aumenta la preocupación de que ellos vuelvan a viejas ideas expansionistas que realmente no tendrían que aplicarse en el siglo 21", declaró.
También dijo confiar en que "Rusia acepte una solución diplomática para Ucrania" y colabore con EEUU en asuntos como el programa nuclear de Irán.
Las relaciones entre Rusia y Occidente empeoraron desde el inicio de la crisis en Ucrania y especialmente tras la adhesión de la península de Crimea a Rusia.
EEUU y la UE aprobaron varios paquetes de sanciones contra Moscú que afectan tanto a particulares como a empresas y sectores enteros de la economía rusa. En respuesta, Rusia embargó por un año algunas importaciones alimenticias de EEUU, la UE, Australia, Canadá y Noruega.
Moscú negó en más de una ocasión ser parte del conflicto interno ucraniano y reiteró su interés por lograr una solución negociada de la crisis en Ucrania. También recalcó que pese a la presión la Federación Rusa seguirá aplicando una política independiente.