La licitación pública internacional de un tren bala de 200 km de la Ciudad de México a Querétaro fue celebrada a principios de noviembre y anulada una semana después por orden del presidente Enrique Peña; y finalmente cancelada por recortes al presupuesto, debido a la caída de los precios del crudo.
La cancelación llegó en vísperas de la divulgación de una investigación periodística que reveló la compra de una mansión de 4 millones de dólares por parte de la esposa del mandatario, construida y financiada por una empresa mexicana integrante del consorcio chino-mexicano ganador del contrato.
La primera dama decidió vender la mansión para evitar "suspicacias sobre algún posible conflicto de intereses, que el mandatario ha rechazado de tajo, y ha pedido una investigación federal para comprobarlo".

El consorcio solicita al Gobierno de México "el reembolso de las cantidades que resulten de la suma de los montos que se consignan en la documentación comprobatoria", indica un comunicado de la SCT emitido la noche del lunes.
Los gastos reclamados son costos de pasajes y hospedaje del personal designado para viajar a México; costos de la preparación e integración de la propuesta; gastos para la emisión de las fianzas requeridas por la Ley; y otros gastos vinculados con el procedimiento de licitación.
El Gobierno de México "emitirán la respuesta a este escrito –presentado por el consorcio- en los próximos días".