"Se trata de un proyecto integral en el que el ganador será responsable de garantizar la funcionalidad y seguridad del tren e incluye un periodo de pruebas extendidas por cinco años", en la ruta de 210 km a una velocidad máxima de 300 km por hora, dijo en la convocatoria la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT).
En noviembre del año pasado, Peña anuló de manera repentina la licitación ganada por un consorcio liderado por la empresa China Railway Construction Corporation (CRCC), que cuenta con respaldo estatal de Beijing para construir un tren de alta velocidad por 3.700 millones de dólares.
La decisión ocurrió entre suspicacias de un posible conflicto de intereses con un integrante mexicano del consorcio ganador, surgidas cuando una investigación periodística reveló que el constructor le vendió una mansión de 4 millones de dólares a la Primera Dama mexicana, Angélica Rivera.
El grupo Higa, constructor de la mansión —que la esposa de Peña decidió vender después de la publicación-, es dueño de Constructora Teya, integrante del consorcio encabezado por la china CRCC, ganador junto con otra empresa china, una francesa y cuatro empresas mexicanas, de la licitación revocada.
En una decisión sin precedentes, la licitación otorgada al consorcio chino-mexicano el 3 de noviembre, fue revocada por el Presidente una semana después, poco antes de viajar a China, al Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico de Beijing.
La inédita derogación "para evitar dudas" de la licitación del proyecto, diseñado para trasladar 23.000 pasajeros diarios a 300 km por hora, se tomó "en razón de las dudas e inquietudes que han surgido en la opinión pública", dijo en aquella ocasión la Presidencia.
Poco después, el sitio de noticias de Carmen Aristegui, corresponsal de CNN, publicó una segunda parte de la investigación que reveló que el secretario de Hacienda Luis Videgaray (Finanzas) también compró una casa de descanso en un club de golf con un préstamo de la misma empresa del consorcio ganador.
También hubo protestas por el tiempo insuficiente para diseñar ofertas expresadas por compañías que se retiraron del concurso, tales como la española CAF, la japonesa Mitsubishi, la canadiense Bombardier, la francesa Alstom, la alemana Siemens y las gigantes mexicanas ICA y Carso, de magnate Carlos Slim.
Al final, el grupo empresarial chino-mexicano fue el único postor, formado —además del gigante gubernamental chino CRCC-, la también china CSR, la francesa Systra, filial del Sistema Nacional de Ferrocarriles de Francia.
El tren bala, un proyecto emblemático del gobierno mexicano actual, atenderá una demanda inicial de 27 mil pasajeros por día, con un costo del viaje sencillo de uno 20 dólares.
El proyecto permitirá dejar de emitir a la atmósfera 95 mil toneladas de CO2; la creación de 20 mil empleos directos y 41 mil indirectos en su construcción, la reducción de los accidentes viales de autopista, con lo que se podrán salvar más de cien vidas anualmente, dice la convocatoria.