"Río de Janeiro no comparte la situación crítica de Sao Paulo o Espíritu Santo. La ciudad cuenta con las reservas de agua de Paraíba do Sul y esperamos que ese agua dure", declaró la ministra quien hizo un llamamiento a los ciudadanos de la segunda ciudad más poblada de Brasil, con 12 millones de habitantes en su área metropolitana, para que adopten "un comportamiento orientado a ahorrar agua".
Por su parte, el secretario de Medio Ambiente del estado de Río de Janeiro, André Correa, afirmó que la prioridad del gobernador del estado, Luiz Fernando Pezao, es "garantizar el abastecimiento humano", aunque recalcó la importancia de que las industrias que se nutren de las reservas de Guandu reutilicen parte del agua que requieren para sus actividades.
Según la Agencia Nacional de Aguas (ANA), las intensas lluvias registradas en la ciudad en los últimos días tuvieron su reflejo en los niveles de la reserva hídrica de Paraibuna cuyo nivel pasó del —0,19% el pasado jueves (es decir, dentro del nivel de reserva) al 0,08% de su volumen total este lunes.
En teoría, según los cálculos de ANA, los 2.096 hectómetros cúbicos de agua de los que dispone el nivel de reserva de Paraibuna deberían poder suministrar agua a la ciudad de Río de Janeiro en los próximos cuatro meses, una circunstancia que no evitaría no obstante la necesidad de un eventual racionamiento de agua en caso de prolongarse la situación de sequía.
Este lunes, se dio a conocer el dato de la encuesta de opinión pública Datafolha por el cual el 60% de los ciudadanos de la ciudad de Sao Paulo estaban a favor de la aplicación de severas restricciones de agua como solución al problema de la sequía, mientras que un 71% admitió haber sufrido restricciones al menos un día en el último mes.