"Nuestra Constitución renovada –por las reformas de 2014- nos da certeza y rumbo como nación (…) gracias a las reformas, México cuenta con nuevas fortalezas y mayores posibilidades de desarrollo para su gente", dijo el mandatario en un discurso en el Teatro de la República, donde se firmó la Carta Magna hace casi un siglo.
"Poner las reformas en acción seguirá siendo un asunto de primer orden para los siguientes años de mi administración", dijo el Presidente, quien comenzó su mandato con ambiciosas reformas estructurales, sobre todo económicas, pero relegó los temas de seguridad y corrupción.
Peña reiteró su compromiso de "llevar las reformas constitucionales del papel a la práctica, pasar del texto legal a beneficios concretos para las familias mexicanas".
"Así como el texto constitucional de 1917 –aprobada a al final de la Revolución Mexicana- anunciaba el México del siglo XX, hoy nuestra Ley Suprema perfila con claridad el México del siglo XXI", enfatizó.
Las reformas en materia política, educativa y financiera, fueron encabezadas por leyes antimonopolio en las telecomunicaciones y la apertura de la industria petrolera por primera vez en 76 años.
Sin embargo, una masacre de estudiantes de la escuela rural de Ayotzinapa por narcos y policías colocó al tope de la agenda los problemas de inseguridad y violencia del narcotráfico, obligando a incluir una reforma en materia de seguridad, enviada en diciembre pasado al Congreso.
De la misma manera, leyes anticorrupción se perfilan como la nueva generación de reformas luego de las sospechas de conflictos de intereses y tráfico de influencias, surgidas de investigaciones periodísticas que revelan que el Presidente, su esposa y el ministro de finanzas compraron casas a un gran contratista del gobierno.