"Estas pruebas muestran todo el horror de la masacre de la que son testigos los civiles que resultan muertos o heridos porque ambos bandos del conflicto bombardean con morteros y lanzacohetes no guiados barrios densamente poblados" comentó los resultados de la investigación John Dalhuisen, director de Amnesty International para Europa y Asia Central.
Dalhuisen subrayó que "estos ataques son una violación del derecho internacional humanitario y pueden catalogarse como crímenes de guerra".
Amnesty International considera que la reciente agudización del conflicto ha provocado un aumento considerable del número de víctimas, pues desde el jueves pasado "en el este de Ucrania más de 25 civiles perecieron" a causa de los bombardeos.
Por otra parte, el documento emitido por la organización reconoció que los proyectiles que causaron la muerte de seis personas que hacían cola para recibir ayuda humanitaria en Donetsk fueron lanzados desde el noroeste, o sea desde donde se encuentran las posiciones de las tropas gubernamentales.