"Tras la reunión que hubo en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, en la que el secretario general adjunto de Operaciones de Mantenimiento de la Paz, el guatemalteco responsable del tema, nos informó, parece probado, salvo demostración en contrario, que el fuego era israelí, que las granadas, las 30 granadas, cayeron en la Zona Azul, la zona de demarcación; y en tercer lugar, que nuestro compatriota fallecido estaba en un puesto fijo ahí", detalló el canciller español.
García-Margallo explicó en Bruselas, donde se reunía de urgencia esta tarde con sus homólogos de la Unión Europea para tratar de las sanciones contra Rusia, que "a partir de ahí, hay que esperar a ver cómo avanza la investigación".
El ministro israelí "me garantizó la máxima colaboración de su Gobierno en esta investigación para extraer las conclusiones que sean oportunas", destacó.
Los restos mortales del cabo español llegaron este mediodía a España. El ministro de Defensa, Pedro Morenés, presidió la ceremonia en el aeropuerto de Córdoba.
Posteriormente, su cuerpo fue traslado a la base militar de Cerro Muriano, en la sierra cordobesa, a la que pertenecía. El funeral se celebrará mañana.
Antes de las declaraciones de Margallo, el embajador chileno ante la ONU, Cristián Barros, que preside el Consejo de Seguridad de la ONU, explicó a los periodistas que los miembros del Consejo de Seguridad condenaban "en los más duros términos la muerte de un casco azul español de FINUL, que ocurrió en el contexto del intercambio de fuego a lo largo de la línea azul".
La ONU ha abierto una investigación sobre el incidente.