"Puede que la situación se agrave dado que ambos países están preparados a movilizar sus Ejércitos", dijo el director del Centro para Investigaciones Militares y Políticas, Alexéi Podberiozkin.
Agregó que "además, se han activado factores externos, no solo el Estado Islámico e Irán sino también determinadas fuerzas en Occidente, en primer lugar, EEUU, a las que conviene que el conflicto regional siempre se mantenga al borde de una escalada".
Algunos cambios serán posibles solo si ambas partes encuentran un compromiso político, dijo.
"En los últimos años Israel y el Líbano apelan a las armas. Este camino no lleva a ningún sitio, los árabes no desaparecerán, ni los israelíes se conformarán con la liquidación de su Estado", comentó.
Por su parte, el catedrático de la Academia de Ciencias rusa, Gueorgui Mirski, opinó que la agudización no tiene nada que ver con el contexto actual, incluidas las elecciones en Israel, y se produce porque no se ha encontrado una solución a la crisis.
Este miércoles, el grupo chií libanés Hizbulá asumió la responsabilidad de un ataque a una columna militar israelí en la frontera entre el Líbano y Israel, en la región de Granjas de Shebaa. También fueron bombardeadas posiciones del Éjercito israelí en la monte Jermón, cerca de la frontera israelí-libanesa. Israel confirmó la muerte de dos soldados suyos en el ataque.
La víspera se informó que cuatro cohetes dispararon hoy desde Siria, cerca de la frontera con Israel, y dos cayeron en la parte de los Altos del Golán ocupado por Israel.
La situación en el norte de Israel se complicó tras un reciente ataque aéreo contra un convoy de Hizbulá en la región siria de los Altos del Golán que dio muerte a un general iraní.