"Esta decisión no representa un avance ni da esperanzas para que en el futuro cercano las relaciones entre Rusia y Ucrania tengan un cierto grado de entendimiento mutuo.
Desde un punto de vista político, esta decisión destruye la atmósfera de respeto mutuo y obstaculiza la toma de decisiones conjuntas", dijo Lijachev a RIA Novosti.
Según el parlamentario, esta declaración refleja el ánimo del gobierno ucraniano, lo que impide que se resuelvan los problemas.
Agregó que debido a esto, Ucrania pierde un importante instrumento para la normalización de las relaciones entre Moscú y Kiev.
"Esto no puede continuar indefinidamente. En el mundo ya ha aparecido un grupo de países, que toleran cada vez menos el comportamiento de las autoridades de Kiev".
Mencionó que existen definiciones acordadas de lo que es agresión, fijadas por la Asamblea General de la ONU en 1974 y la "resolución de la Rada Suprema frente a Rusia no calza con esta definición"
El Parlamento de Ucrania en una sesión extraordinaria el martes aprobó una resolución por la que pasa a considerar a Rusia un país agresor.
El Gobierno ucraniano ha culpado varias veces a Rusia de brindar apoyo técnico y económico a las milicias de Donbás.
Moscú ha reiterado que no forma parte del conflicto en el este de Ucrania y que le interesa que Ucrania supere la crisis política y económica que está viviendo.
El Ministerio de Defensa ruso informó que no entrega equipos militares a las milicias.