Hace dos años, en la taiga del Lejano Oriente ruso fueron hallados cinco cachorros del tigre del Amur, dos hembras y tres machos. Las crías fueron enviadas al Centro de Rehabilitación de Tigres, donde fueron bautizadas bajo los nombres de Ustín, Boria, Kuzia, Ilona y Svétlaya.
En mayo pasado Putin liberó a Kuzia, Boria e Ilona en la taiga, cerca de la región del río Amur. En junio fueron puestos en libertad Ustín y Svétlaya. Los tigres llevan collares con aparatos de rastreo que permiten registrar sus desplazamientos a través de satélite.
En otoño pasado, Kuzia y Ustín emigraron a China, para posteriormente regresar a territorio ruso. Boria, Ilona y Svétlaya eligieron la provincia del Amur.
Ustín atacó a varios perros, por lo que fue capturado y trasladado a un centro de rehabilitación en Primorie.
Ilona se estableció en la reserva de Jingán. Para registrar su comportamiento se instalaron varias cámaras fotográficas.
"La tigresa habrá confundido una cámara con un 'postre', la arrancó del árbol, la destrozó y la dejó tirada sobre la nieve cerca de una estación científica", señaló la administración de la reserva, indicando que no se pudo hallar la tarjeta de memora, que por lo visto fue devorada.
También informó que durante las últimas tres semanas la tigresa cazó cinco jabalíes jóvenes y un cachorro de lobo.
Después de que la tigresa llegara a la reserva, una manada de lobos que habitaba allí se trasladó al norte.
El tigre del Amur fue incluido en la Lista de Especies Amenazadas de Extinción. Habita en el extremo oriente de Rusia, en los Territorios de Primorie y de Jabárovsk, y según el último censo su población es de unos 450 ejemplares.
El animal mide hasta 380 centímetros y pesa hasta 300 kilogramos, siendo el mayor de las seis subespecies de tigre.