En la república se registran oficialmente un millar de casos de la violencia aplicada a menores al año, mientras su número real puede ser mucho mayor.
El primer ministro recordó unos ejemplos recientes del trato bárbaro a unos pequeños, desde fuerte apaleamiento hasta la violación repetida. Dijo que en el grupo de un riesgo especial figuran los niños cuyos padres salen al extranjero a trabajar, que son cerca de un millón de ciudadanos de la república.
Otorbáev encargó a uno de su vices tomar bajo control la investigación de la violencia infantil y con el fin de monitorear la situación pidió a trabajadores de la esfera social componer una lista de migrantes laborales que dejan sus hijos al cuidado de los parientes u otras personas.