En esta ocasión la paseata que surgió de la Praça do Ciclista, estuvo acompañada de representantes de la Orden de Abogados de Brasil (OAB) en señal de su apoyo jurídico a los manifestares y que criticaron fuertemente los controles arbitrarios así como los registros efectuados por los miembros de la Policía Militar que acompañan la protesta.

En total, unos 500 policías acompañaron la manifestación que se dirigió hasta el Ayuntamiento de la ciudad momento en el cual comenzaron los primeros enfrentamientos violentos entre policía y manifestantes cuando un grupo de radicales arrojaron cohetes de artifício sobre los agentes que respondieron con gran contundencia utilizando "armamento químico" (spray de pimienta y gas lacrimógeno).
Poco después, ante la respuesta policial el grupo de violentos se dividió y algunos individuos incendiaron bolsas de basura y atacaron dos sucursales bancarias del Citibank y del Banco de Brasil en las inmediaciones, en MPL que se desvinculó de las acciones violentas habló de una respuesta policial "violenta y desmedida" y señaló que al menos 10 personas habrían sido detenidas.
En torno a las 21:30 (horario de Brasília) la situación se acalmó y uno de sus líderes afirmó al portal brasileño de noticias "Globonews" que la Policía Militar continuaba en esos momentos "cazando manifestantes por las calles".
El pasado 9 de enero la primera gran manifestación del MPL contra el aumento de la tarifa de autobús reunió a 5.000 personas en São Paulo y unas 800 personas en Río de Janeiro, aunque ambas fueron mayoritariamente pacíficas acabaron causando 50 detenidos por pequeños disturbios.