Concentrados frente al Teatro Municipal, en el centro de la ciudad, los manifestantes avanzarán hasta la Praça do Ciclista donde cerrarán el acto, por lo que exigen que la policía "colabore" con una manifestación que por el momento transcurre de forma pacífica.
"Si la tarifa no baja la ciudad se para", es el lema de los manifestantes que hicieron un llamamiento a los ciudadanos para iniciar una serie de manifestaciones como las que lo hicieron en junio de 2013 cuando el MPL llegó a juntar a cerca de un millón de personas en la Avenida Paulista de Sao Paulo y dos millones en la Avenida Presidente Vargas de Río de Janeiro.

Por su parte, vehículos de la Fuerza Táctica de la Policía Militar y 110 agentes vigilan el transcurso de la manifestación impidiendo que los manifestantes se dispersen por lugares de difícil control en caso de disturbios, esta policía de élite con conocimientos de artes marciales y conocida como "Robocops" fue creada de cara al Mundial de Fútbol de 2014 para contener disturbios como los ocurridos en la Copa de las Confederaciones de junio de 2013.
La Secretaria Municipal de Transportes de Sao Paulo divulgó este viernes las reglas que regirán el pase gratuito de los estudiantes a la red de autobuses urbanos de Sao Paulo, que se limitará a los estudiantes de educación primaria, secundaria y superior, así como las escuelas técnicas, que estudien en centros públicos y cuya renta familiar sea menor a 1,5 salarios mínimos, es decir, unos 1.970 reales mensuales (unos 745 dólares).
Simultáneamente, la manifestación convocada por el MPL a la misma hora en Río de Janeiro tuvo una participación de 500 personas según la Policía Militar que informó que en torno a las 20:20 (horario local) se vio obligada a intervenir en las inmediaciones de la Estación Central para evitar la invasión de la misma por algunos manifestantes pertenecientes a grupos minoritarios de anarquistas.
Por el momento, ambas manifestaciones se mantienen mayoritariamente pacíficas aunque se registraron algunos destrozos de mobiliario urbano a la altura de la Rua Augusta en Sao Paulo y obligaron al bloqueo de uno de los carriles de la Avenida Presidente Vargas en Río de Janeiro.