Los clientes europeos deben darse prisa para crear la infraestructura necesaria para transportar el gas desde la frontera entre Grecia y Turquía, dijo el jefe de Gazprom Alexéi Miller tras reunirse con el vicepresidente de la Comisión Europea de Energía, Maros Sefcovic.
En respuesta, Bruselas cuestionó la viabilidad económica del nuevo esquema, así como puso en duda la determinación de Gazprom de construir el Turk Stream a costa de perder su reputación de un suministrador fiable de gas.
Varios expertos consultados por Kommersat opinaron que la amenaza del jefe de Gazprom de vender el gas en otros mercados si la UE se niega a comprarlo a través de Turk Stream no es más que un farol. En 2014, Gazprom ha extraído el mínimo histórico de gas precisamente porque no pudo vender más.
Eso significa que la compañía no tiene mercados alternativos a los que redirigir unos 40.000 millones de metros cúbicos del gas al año que actualmente le compra Europa.
Lo único que significan las declaraciones del jefe de Gazprom es que la compañía parece estar dispuesta a perder unos 10.000 millones de dólares al año para seguir adelante con el proyecto Turk Stream, opina el diario ruso.