Los organizadores aseguran que más de un millón de personas han desfilado desde la Plaza de la República hasta la Plaza de la Nación, en pleno corazón de París.
Muchos manifestantes blandían carteles en homenaje a los miembros de la revista satírica Charlie Hebdo, a los dos policías y a los cuatro miembros de la comunidad judía francesa asesinados por los hermanos Said y Cherif Kouachi y por Amedy Coulibaly.
Los dos primeros son los responsables del asalto al semanario satírico el miércoles pasado, en el que perdieron la vida dos policías, el portero del edificio y nueve miembros de la redacción del semanario.
Los hermanos Kouachi se atrincheraron después en una empresa cerca de París.
Coulibaly acabó con la vida de una agente de policía municipal en la ciudad de Montrouge, cerca de París, el mismo día. El viernes siguiente, Amedy Coulibaly asaltó un supermercado judío en el que asesinó a cuatro miembros de la comunidad hebrea francesa.
Las fuerzas especiales asaltaron simultáneamente los lugares en los que los terroristas se refugiaron.
Los tres yihadistas fueron abatidos.
La manifestación de hoy ha estado precedida por una reunión de dirigentes de más de 45 países, a la que asistió el Ministro ruso de Exteriores, Serguéi Lavrov.
En la misma, tomaron parte también decenas de dirigentes europeos, africanos, árabes, además de ministros de Estados Unidos y de Canadá.
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu y el presidente de la Autoridad palestina, Mahmud Abás, desfilaron más tarde juntos en el cortejo de autoridades que acompañó por las calles al presidente francés, François Hollande.
En otra reunión de ministros de Interior se tomaron los primeros pasos para reforzar las fronteras de Europa.
Concretamente, los ministros europeos acordaron retocar el tratado de Schengen, que permite la libre circulación entre los países de la Unión Europea.
Esta medida será acompañada de otras similares para intentar frenar la amenaza terrorista representada por las organizaciones yihadistas en el Viejo Continente.
