El Servicio Nacional de Salud (NHS) debería atender al 95% de pacientes que llegan a urgencias en un plazo máximo de cuatro horas. Pero este objetivo se incumplió en Inglaterra, Gales e Irlanda del Norte, según los datos publicados este lunes referentes al periodo entre octubre y diciembre.
En Escocia el baremo de evaluación es más alto –se aspira al 98% de casos atendidos por un medico en menos de cuatro horas– pero aún no se han difundido las estadísticas del invierno, cuando el sistema queda realmente a prueba en todos las naciones y regiones del Reino Unido.
En Inglaterra, solo el 92.6% de los casos de urgencia fueron atendidos dentro del objetivo de cuatro horas. Es el peor dato desde 2004, cuando el anterior Gobierno laborista introdujo este mecanismo de evaluación.
El ministro de Sanidad, Jeremy Hunt, ha admitido que los servicios de emergencia acusan presiones pero ha argumentado que responden mejor que en el resto de países con estadísticas similares.
Pero su opuesto laborista, Andy Burham, ha denunciado que la situación de "crisis" en varias regiones y las "extremas presiones" que sufren los departamentos de urgencias en todo Reino Unido.
Los últimos datos del NHS muestran que el número de pacientes esperando más de cuatro horas en una sala de emergencia se ha triplicado en un año. Además, los enfermos que aguardan en una camilla por falta de camas libres casi se ha cuadriplicado en el mismo periodo de tiempo.
El secretario general del Real Colegio de Enfermería, Peter Carter, relaciona los problemas con "un sistema que está en crisis".
"Estos datos confirman lo que los pacientes y el personal sanitario ya conocen, que los departamentos de urgencias funcionan constantemente a máxima capacidad", ha criticado este lunes.