Peñaloza acudió a declarar el 19 de diciembre ante la Fiscalía Federal contra la delincuencia organizada, donde después fue detenido e imputado por su rol en la masacre.
Pero un juez federal con sede en el estado de Tamaulipas consideró este sábado que no había "elementos suficientes para someterlo a un proceso penal", y ordenó la liberación del alcalde de ese pequeño pueblo vecino de Iguala, estado de Guerrero (200 km al suroeste).
Hace tres meses, en Iguala, fueron atacados a balazos dos autobuses repletos de aspirantes de magisterio rural por policías de ese municipio y narcotraficantes confabulados con el alcalde de Iguala José Luis Abarca –según las pesquisas–, con un saldo de seis muertos, 20 heridos y 43 alumnos desaparecidos.
La investigación ha permitido el arresto de 80 policías y sicarios, en la cual algunos confesaron que los policías de Iguala entregaron a los jóvenes a la policía de Cocula.
Fueron policías de Cocula quienes a su vez los entregaron a los sicarios de Guerreros Unidos, quienes cometieron la masacre en el basurero de ese pueblo, según los interrogatorios.
El Ministerio Público Federal acusó al alcalde Peñaloza de tener vínculos con el crimen organizado, pero el juez federal de Matamoros, estado de Tamaulipas, concluyó las pruebas eran "insuficientes".
El arresto del alcalde Cocula hace una semana, se sumó a la detención en octubre del alcalde de Iguala, José Luis Abarca y su esposa, quienes permanecen detenidos mientras se integra el expediente para el proceso.
"Vemos injustificable y condenamos esta liberación, porque tiene la misma responsabilidad de Abarca (alcalde detenido de Iguala), porque sus policías de Cocula también participaron en la desaparición de los estudiantes", dijo el abogado de los familiares de los estudiantes Vidulfo Rosales, en declaraciones a la versión electrónica del diario Reforma.
Los padres siguen movilizados en los días festivos de fin de año y piden que la investigación aclare además el rol de la policía federal y del Ejército, que hasta ahora ha sido oficialmente descartada.
El Procurador General de México, Jesús Murillo, ha afirmado que un hallazgo de 17 restos humanos calcinados en el basurero de Cocula, le permiten "asegurar que allí mataron a un grupo numeroso de estudiantes".
El procurador ha precisado que no puede afirmar que todos los 43 estudiantes hayan sido asesinados en el basurero de Cocula, donde fueron encontrados los despojos humanos hace más de un mes: "no puedo decir que todos" hayan sido asesinados allí, dijo el 10 de diciembre.
Murillo anunció esa conclusión tras la identificación forense de uno de los 43 estudiantes, como Alexander Mora, de 19 años, en el análisis en un laboratorio de Austria de 17 restos triturados y quemados.
Esos despojos fueron encontrados en dos bolsas sacadas de un río cercano al basurero de Cocula tras las confesiones de tres verdugos.