"Muchas compañías occidentales están interesadas porque se dan cuenta de las ventajas que les ofrece Irán: fuerza laboral y recursos energéticos baratos, protección de inversiones y desgravación fiscal", dijo Luganski a RIA Novosti.
Según el entrevistado, la legislación del país es otro impedimento. Conforme a la Constitución de la República, cualquier empresa petrolera debe entregar al estado el 100% de su producción y luego esperar una retribución, explicó.
Luganski no precisó cuánto durarían las negociaciones sobre el regreso de empresas petroleras a Irán, dado que "todo depende de las compañías concretas".
A finales de noviembre la empresa rusa Lukoil declaró que estaba negociando con socios iraníes la posible reanudación de operaciones en el territorio del país una vez se cancelen las sanciones.
El ministro de Petroleo de Irán, Bijan Namdar Zangeneh, declaró a su vez que, además de Lukoil, podrían regresar BP, Shell y Total.