"EEUU y Gran Bretaña actuaban mano a mano", afirmó Begg que estuvo recluido en las cárceles en Bagram (Afganistán) y Guantánamo.
Precisó que tanto en Bagram como en Guantánamo agentes de los servicios de inteligencia británicos MI5 y MI6 le sometían a los interrogatorios permanentes, al igual que a otros 15 ciudadanos o residentes del Reino Unido.
Según Begg, uno de ellos, Shaker Aamer, afirma que en Afganistán le torturaron más de una vez "en un local secreto en presencia de los agentes del MI5".
"Así que no cabe duda de que los servicios secretos británicos estaban implicados en lo que pasaba", concluyó.
El martes pasado, el Comité de Inteligencia del Senado de EEUU divulgó fragmentos de un informe del Senado sobre los interrogatorios a los que la CIA sometió a sospechosos de terrorismo tras los atentados del 11 de septiembre de 2001.
El documento revela abusos cometidos por la CIA durante la presidencia de George W. Bush (2001-2009) y que incluyeron torturas y desinformación a las autoridades y la opinión pública.
En la parte publicada del informe no se mencionan los servicios de inteligencia británicos.
El Gobierno del Reino Unido y los jefes de los servicios MI5 y MI6 declararon con anterioridad que los británicos jamás han utilizado torturas como método de obtener información.