La publicación del extenso informe del comité del Senado estadounidense ha volcado la presión en el gobierno de coalición que dirige el líder conservador, David Cameron.
El primer ministro se niega hasta la fecha a delegar en una autoridad independiente judicial la revisión de la actuación de los agentes secretos en operaciones contra sospechosos islamistas.
Ex presos de la base militar de EEUU en Guantánamo y otras víctimas de los llamados vuelos de rendición (secuestro y traslado secreto de detenidos) han denunciado en sucesivas ocasiones la participación de oficiales de Inteligencia de Reino Unido en interrogatorios en los que fueron torturados.
El diputado ´tory´ David Davis, ha defendido que una investigación dirigida por un juez, con los términos de referencia definidos por el Gobierno, es la única vía factible para descubrir la verdad.
"Es difícil argumentar ahora que esto no puede suceder", ha señalado Davis este miércoles.
Su colega en el partido conservador, Andrew Tyrie, exige también una revisión independiente y pública porque, según su símil, "la luz del sol es el mejor desinfectante".
"Hasta que se conozca completamente el nivel de colaboración de Reino Unido, las alegaciones, sean ciertas o no, continuarán erosionando la confianza del público en nuestros servicios de Inteligencia y Seguridad", ha advertido esta tarde el parlamentario Tyrie.
Entre los denunciantes de complicidad con la CIA de agentes británicos están dos disidentes del anterior régimen libio, Abdel Hakim Belhaj y Sami-al-Saadi, que fueron secuestrados con sus respectivas familias y trasladados a Trípoli en 2004.
El Tribunal de Apelación ha aceptado escuchar su demanda, que puede obligar al Gobierno a difundir documentos que hasta ahora se reserva bajo el pretexto de que su publicación comprometería la colaboración en seguridad entre Reino Unido y EEUU.
Reprieve, Liberty y otras organizaciones en defensa de los derechos civiles sostienen que el informe del Senado de EEUU, en el que se han censurado las referencias a otros a países, hace inevitable la puesta en marcha de una investigación independiente en Reino Unido.