Ucrania decidió revocar la ley de autogobierno en varios distritos de Donbás, bloquear sus cuentas y retirar las oficinas públicas, lo que equivale a reconocer la secesión de los territorios bajo control de las milicias de Donetsk y Lugansk, opina el experto ucraniano Tarás Berezovets entrevistado por Nezavisimaya Gazeta.
Al politólogo no le sorprende la imposición del bloqueo financiero por parte de Kiev. "¿A santo de qué patrocinar el separatismo?", dijo. Al mismo tiempo, señaló que "de hecho, es el reconocimiento de que el Gobierno ucraniano ha perdido el control sobre una parte de Donbás, si no para siempre, de aquí a varios años por lo menos".
"De jure, la región se reconocerá como parte de Ucrania pero, de facto, ha escapado al control. Por lo tanto, se plantea la tarea de evacuar a los quieran trasladarse, los documentos y, en lo posible, los recursos", declaró el experto.
Berezovets considera que Kiev se ha negado a hacerle el juego a Moscú que no admite su presencia militar en Donbás y afirma que no quiere anexionarse el este de Ucrania, pero al mismo tiempo controla a los líderes de las autoproclamadas repúblicas de Lugansk y Donetsk.
"A Kiev se le impone como el pesado lastre de financiar una región rebelde, carga que ha rechazado", explicó.
Tampoco Rusia, en su opinión, podrá mantener a las repúblicas de Donbás.
"Quedan allí unos cuatro millones de habitantes (...) a los que no podrán alimentar con convoyes humanitarios", dijo Berezovets.
El Proyecto Novorrusia, según él, es "un fracaso porque lo ocurrido en Lugansk y Donetsk ha sido para el sureste de Ucrania una vacuna contra el separatismo".
Ahora que hay víctimas reales en ambos bandos, escribe Nezavisimaya Gazeta, la reconciliación y la reunificación difícilmente serán rápidas, y en Kiev deben de entenderlo aunque rehúsen hablar en público sobre la fáctica separación de una parte de Donbás.