El presidente de Rusia, Vladímir Putin, declaró este martes que los acontecimientos en Ucrania han puesto de relieve una crisis del Derecho Internacional a gran escala, y acusó a defensores internacionales de DDHH de guardar silencio respecto a los crímenes contra la población civil ucraniana.
"(Estos acontecimientos) han revelado una crisis a gran escala del Derecho Internacional y de los principios fundamentales de la Declaración Universal de Derechos Humanos y la Convención para la Prevención y la Sanción del Genocidio", dijo el mandatario en una reunión del Consejo para los Derechos Humanos.
Putin critica el doble rasero en la valoración de los crímenes perpetrados contra los civiles del sureste de Ucrania, donde la población sufre "torturas, vejaciones, discriminación y medidas ilícitas".
"Muchas ONG de DDHH internacionales simplemente cierran los ojos ante lo que está ocurriendo", lamentó.
Rusia pidió en reiteradas ocasiones una investigación meticulosa y objetiva de los crímenes en Donbás que causaron numerosas víctimas civiles.
Los parlamentarios rusos, por su parte, exhortaron a sus colegas extranjeros y a algunas organizaciones internacionales (entre otras, a la UE, la CE y la OSCE) a "defender a las víctimas inocentes de la política de Kiev", ya que todos los culpables deben ser juzgados.
El pasado 23 de septiembre, los milicianos de la autoproclamada República Popular de Donetsk, en el este de Ucrania, hallaron varias fosas comunes en las afueras de Donetsk.
Varias decenas de activistas murieron y unos 200 resultaron heridos en la Casa de Sindicatos de Odesa incendiada por ultras en mayo pasado.
A estas víctimas se puede sumar a las 298 personas que perdieron la vida en el siniestro del Boeing malasio en el este de Ucrania en julio, así como a cuatro periodistas rusos muertos en tierra ucraniana, incluido el reportero gráfico de esta agencia, Andréi Stenin.