El ministro de Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, espera que el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) empiece en breve suministrar ayuda al sureste de Ucrania que está al borde de una catástrofe humanitaria.
“Para aliviar los sufrimientos de los que no logran huir del sureste a otras regiones de Ucrania o cruzar la frontera hemos instado al Comité Internacional de la Cruz Roja, una organización prestigiosa, de tomar bajo su amparo los convoyes de ayuda, ante todo, para las regiones de Lugansk y Donetsk que transportan generadores, instalaciones de purificación de agua, equipos médicos, medicamentos y alimentos”, subrayó.
El martes pasado Rusia propuso en el Consejo de Seguridad de la ONU enviar su ayuda humanitaria al este de Ucrania bajo auspicios y con acompañamiento de una misión del CICR.
El embajador ruso ante la ONU, Vitali Churkin, comentó que Rusia aseguraría el acompañamiento de los representantes del CICR a Donetsk, Lugansk y otras localidades de Ucrania donde están concentrados los desplazados de sus provincias orientales.
Según estimaciones de la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) más de 117.000 personas están desplazadas actualmente dentro del país. En la última semana, más de 6.200 personas se han visto obligadas a abandonar sus hogares.
El número de desplazados procedentes de las regiones de Lugansk y Donetsk se ha elevado drásticamente desde comienzos de junio, pasando de 2.600 a 102.600 a principios de agosto, comunicó ACNUR el martes a través de su página web.
