La autoproclamada República Popular de Donetsk (RPD) está dispuesta a una tregua mutua con Kiev pero desconfía del presidente ucraniano Petró Poroshenko, declaró a Nóvosti el viceministro de Defensa de la RPD, Fiódor Berezin.
Poroshenko declaró este jueves que restablecerá el alto el fuego en el este del país si lo respetan ambos bandos del conflicto. Entre otras condiciones, mencionó la liberación total de los rehenes y la restauración del control de la frontera con Rusia bajo monitoreo de la OSCE.
“No estamos en contra de un alto el fuego mutuo. Es más, nosotros también lo hemos propuesto”, dijo Berezin.
Subrayó a la vez que durante la anterior tregua, entre el 20 de junio y el 1 de julio, las fuerzas de Kiev violaron en múltiples ocasiones el armisticio. “No se consiguió un alto el fuego ni por un día. El Ejército ucraniano bombardeó a diario nuestras localidades”, afirmó el miliciano al señalar que desconfía de las “iniciativas de paz” de Poroshenko.
Asimismo, declaró que Poroshenko utiliza indebidamente la palabra “rehenes”. “No tenemos rehenes sino prisioneros de guerra. Ellos, en cambio, tienen muchos rehenes de entre los nuestros”, puntualizó Berezin al recordar que Donetsk y Lugansk han propuesto en más de una ocasión canjear los prisioneros según la fórmula “todos por todos”.
Mientras, el viceprimer ministro de la RPD, Andréi Purguín, declaró que un alto el fuego en el este de Ucrania debe suponer también la creación de corredores humanitarios. En caso contrario, un armisticio “será imposible”, advirtió.
Purguín descartó traspasar a Kiev el control sobre la frontera con Rusia. “Es nuestro corredor humanitario. A la provincia de Rostov (rusa en la frontera con Ucrania) llegan grandes cantidades de ayuda humanitaria. Será inadmisible si Kiev la corta”, dijo.
A la vez, señaló que Donetsk aceptaría que en la frontera con Rusia trabajasen guardias fronterizos ucranianos revisando los papeles.
Purguín afirmó además que Donetsk y Lugansk invitan a entre 300 y 400 observadores de la OSCE a la región para que monitoreen la situación en la zona del conflicto y en la frontera ruso-ucraniana.
El pasado 1 de julio, el presidente Poroshenko puso fin a la tregua en el este de Ucrania que se había prolongado por 10 días y reemprendió la “operación especial” contra las milicias independentistas de las “repúblicas populares” de Donetsk y Lugansk que declararon su secesión en respuesta al cambio de gobierno en Kiev en febrero pasado.