El jefe de Estado ruso, Vladímir Putin, declaró hoy que aplaude la disposición del presidente electo de Ucrania, Piotr Poroshenko, a frenar el derramamiento de sangre en el este de Ucrania.
“Saludo la postura de Piotr Poroshenko de que es necesario poner fin al derramamiento de sangre en Ucrania”, declaró Putin a la prensa al término de los actos conmemorativos del 70º aniversario del desembarco aliado en Normandía, a los que asistió hoy junto con líderes de EEUU, Francia, Alemania, Reino Unido y Ucrania, entre otros.
Putin destacó la “actitud razonable” de Poroshenko con quien, señaló, sostuvo durante unos 15 minutos una conversación informal que versó en torno a la situación en Ucrania y las relaciones económicas entre Kiev y Moscú.
Añadió que Poroshenko tiene un plan de paz para Ucrania pero “una cosa es exponerlo en Francia y otra bien distinta, en su propio país”.
Putin instó a Kiev a entablar el diálogo con los federalistas del este de Ucrania a quienes “nadie ha propuesto nada concreto hasta el momento”. “Rusia no es parte de ese conflicto”, subrayó.
Según el mandatario ruso, los dirigentes de Ucrania “deben mostrar buena voluntad y sabiduría política”. “Deben frenar inmediatamente la operación (militar en el este ucraniano) y declarar el alto el fuego. Solo entonces se harán posibles las negociaciones”, remarcó.
"No puedo decir cómo lo van a implementar, pero en general la actitud (de Poroshenko) es razonable y me gusta", señaló Putin.
Moscú, indicó, espera que se realice una investigación exhaustiva de los crímenes cometidos en los últimos meses en Ucrania, incluida la tragedia de Odesa.
El pasado 2 de mayo decenas de oponentes del actual Gobierno ucraniano murieron en Odesa a raíz de un incendio en la Casa de los Sindicatos tras protagonizar violentos enfrentamientos callejeros con extremistas del grupo radical Pravy Sektor y sus simpatizantes.
El Gobierno central continúa desde mediados de abril una "operación antiterrorista" contra las milicias del este de Ucrania. Las regiones orientales de Donetsk y Lugansk se rebelaron contra Kiev después del cambio del régimen en febrero pasado y enarbolaron la consigna de la federalización. Más tarde, los activistas crearon “repúblicas populares” que celebraron referendos de autodeterminación en mayo y proclamaron la secesión de Ucrania.