La ayuda militar de carácter no letal a Ucrania, cuya ampliación fue anunciada por el Pentágono la semana pasada, amenaza con convertirse en espada de doble filo, opina el analista militar ruso Alexandr Perendzhíev.
“Es importante que nuestros socios estadounidenses tengan claro que los equipos enviados a Ucrania pueden ir a parar en manos de cualquiera. Es posible que no los reciban las fuerzas oficiales, sino los radicales. Ya pasó en la historia de EEUU: armaron a Al Qaeda y ahora Al Qaeda ataca a ellos. Por consiguiente el deseo de perjudicar a Rusia puede tener un efecto bumerán, si no para propio EEUU, para los países vecinos de Ucrania, como Polonia”, dijo Perendzhíev a Nóvosti.
El analista militar serbio Miroslav Lazanski opina por su parte que la ayuda militar no letal para Ucrania podría encubrir suministros de armamentos.
“Se puede suministrar lo que sea bajo el pretexto de ayuda militar no letal y nadie podrá rastrearlo. El mismo guión que se aplica ahora en Ucrania se ensayó en Yugoslavia y en Siria. Primero el Congreso autoriza la ayuda no letal, y después comienzan los suministros de armas", comentó Lazanski a esta agencia.
El experto subrayó la implicación en el asunto de las empresas privadas de defensa estadounidenses como Blackwater o Military Professional Resources Incorporated, "que actuó en la antigua Yugoslavia”.
El jueves pasado, el secretario de Defensa estadounidense, Chuck Hagel, anunció que EEUU enviará a Ucrania más ayuda militar no letal.
“El presidente Obama aprobó el aumento de la ayuda militar no letal en suministros médicos, vitales y otros”, declaró Hagel al precisar que la asistencia incluye entre otros materiales tiendas de campaña y sistemas de depuración del agua.
Anteriormente, el Ministerio ruso de Asuntos Exteriores responsabilizó a Washington del envío de misiles anticarro estadounidenses BGM-71 Tow a un grupo insurgente sirio, lo que, según Moscú, “se contradice con las declaraciones de EEUU sobre su apego a la paliación del conflicto y al arreglo político en Siria”.
