Víctor Yanukóvich, que sigue considerándose presidente legítimo de Ucrania, llamó hoy a los uniformados ucranianos a no disparar contra el pueblo.
«No os lo perdonarán», advirtió Yanukóvich, quien dirigió un mensaje desde la ciudad rusa de Rostov del Don con motivo de los últimos acontecimientos en las regiones surorientales de Ucrania, donde las autoridades de Kiev se proponen lanzar una «operación antiterrorista de envergadura».
En calidad de "comandante en jefe", Yanukóvich se dirigió al Ministerio del Interior y al Servicio de Seguridad de Ucrania para llamarles a "no cumplir las órdenes criminales".
El presidente ucraniano que huyó del país tras los violentos acontecimientos de febrero pasado afirmó que "Ucrania ya está con un pie en la guerra civil".
"Hoy se derramó la sangre... La camarilla de Kiev dio la orden criminal de emplear la fuerza", dijo.
También responsabilizó a Estados Unidos por el trágico desarrollo de los acontecimientos.
"El director de la CIA visitó Kiev", dijo, y tras sus reuniones con los dirigentes locales "se tomó la decisión de emplear la fuerza".
"Estados Unidos asumen su parte de responsabilidad por la situación en Ucrania", recalcó, pues "no sólo se inmiscuyen burdamente en que ocurre en el país, sino que indican lo que se debe hacer".
Yanukóvich se sumó de hecho a las protestas del sureste de Ucrania, que reclaman la federalizaición del país, al abogar por un urgente referéndum, "capaz de proteger el país de la escisión".
A su juicio, Ucrania debe celebrar primero el referéndum, luego aprobar su nueva Constitución y después celebrar elecciones parlamentarias.
El tiempo apremia pues, según indicó Yanukóvich, "el país se desliza hacia la bancarrota".