Rusia no quiere una escalada de tensión; su objetivo es tener relaciones de amistad con Ucrania y otros países vecinos, escribió hoy el primer ministro ruso Dmitri Medvédev en su página de Facebook.
“En nuestro país nadie quiere una exacerbación de la situación. Nuestro objetivo consiste en desarrollar relaciones de amistad con Ucrania y otros vecinos de Rusia”, expresó el jefe del Gobierno ruso.
Según Medvédev, el referéndum de Crimea y sus resultados “ya son historia”. “Ahora debemos pensar en cómo avanzar dada la actual situación política y jurídica”, señaló.
El primer ministro expresó la confianza en que “la razón vencerá” en la postura de la comunidad internacional con respecto a Rusia y la situación en torno a Crimea y Ucrania. “A Rusia no se la puede castigar. Pero sí se puede construir con Rusia unas relaciones correctas”, apuntaló.
Indicó que “la impotencia política de las autoridades, la debilidad personal y la indecisión del presidente Yanukóvich condenaron al pueblo de Ucrania a grandes sufrimientos”. Al reconocer el derecho de los ucranianos a unas protestas pacíficas contra “la corrupción y el abuso de autoridad”, Medvédev subrayó que es inadmisible una “toma del poder por un motín armado. Con violencia y asesinatos. Yanukóvich no fue destituido de acuerdo con la ley y sigue siendo el presidente legítimo de Ucrania, apartado del cargo por la fuerza”.
“Las nuevas autoridades de Ucrania no tienen legitimidad correspondiente. Y lo que es peor aún, no tienen ninguna influencia sobre la situación en el país. El poder está en manos de radicales y bandidos”, afirmó el político y advirtió que todo ello amenaza con un “colapso del Estado”.
Según Medvédev, esta situación predeterminó la ausencia de relaciones normales entre los gobiernos de Moscú y Kiev. Aseguró sin embargo que continúan los contactos de trabajo entre ministros de ambos países.
