Médicos del Ejército de EEUU fueron forzados a autorizar torturas a sospechosos de terrorismo en las prisiones de la CIA e incluso a participar en esas prácticas en violación de la ética profesional, según se desprende del informe de una comisión independiente publicado este lunes.
El documento, titulado Ethics Abandoned: Medical Professionalism and Detainee Abuse in the "War on Terror" (Ética abandonada: Profesionalidad médica y abuso a detenidos en la guerra contra el terror) y que consta de 156 páginas, fue redactado por 19 expertos estadounidenses, entre médicos, militares, abogados y especialistas en ética. Los miembros de la comisión estudiaron durante dos años fuentes abiertas sobre el trato a los presos en los centros de detención de Guantánamo, Afganistán e Irak.
“El Departamento de Defensa y la CIA obligaban ilegalmente al personal médico a participar en los procedimientos para obtener información de tal manera que esos profesionales causaban graves sufrimientos a los detenidos”, afirma el informe.
En una primera reacción, un portavoz del Pentágono, el teniente coronel J. Todd Breasseale, tildó de “totalmente absurdas” las acusaciones de la comisión.
“Ninguno de los integrantes de la comisión ha tenido acceso directo a los detenidos, sus partes médicos o la descripción de los procedimientos”, aseveró el militar. Dejó entender asimismo que la información en la que se basa el informe procede de los abogados de los presos, circunstancia que no pudo dejar de influir en la objetividad del documento.
El portavoz del Pentágono aseguró además que los internos de las prisiones de la CIA recibían en realidad una atención médica mejor que antes de ser detenidos.