En las filas de la oposición siria combaten más de 3.000 militantes de Rusia y otros países de la Comunidad de Estados Independientes (CEI), declaró el muftí supremo sirio, Ahmad Badreddin Hassoun, al encontrarse con el rector de la Universidad Islámica de Moscú, Damir Jairetdinov.
“Hay no menos de 2.000 personas procedentes de Rusia, en su gran mayoría, del Cáucaso del Norte. En cuanto a los oriundos de los países de la CEI, de acuerdo a los datos facilitados a muftí por fuentes gubernamentales, su número se aproxima a los 1.300”, informó la Dirección Espiritual de los Musulmanes de la Parte Europea de Rusia.
El muftí subrayó que existe un grave peligro de segmentación religiosa de la sociedad siria, incluida la interislámica. Insistió en que cada musulmán debe considerarse ante todo como tal y no como seguidor de alguna de las ramificaciones del islam.
El jueves el Ministerio de Exteriores de Rusia declaró que “el conflicto armado en Siria se está intensificando” lo que “en gran medida está provocado por una creciente actividad de los terroristas que intentan aumentar las tensiones interétnicas e interconfesionales”.