Al menos 56 policías y dos civiles resultaron heridos a raíz de los disturbios en el centro de Belfast, en Irlanda del Norte, según los datos de última hora que difundió la prensa británica.
La mayoría de las heridas son leves pero cuatro policías fueron trasladados a un hospital tras los choques de anoche, en los que los agentes usaron carros lanza agua y balas plásticas tras ser atacados, por segundo día consecutivo, con piedras y tubos metálicos.
La ministra británica para Irlanda del Norte, Theresa Villiers, calificó de “vergonzosos” la violencia y los ataques de ayer. “El desorden en las calles es un paso atrás extremadamente lamentable”, señaló en una declaración.
La nueva oleada de violencia estalló cuando Belfast conmemoraba el 42 aniversario de la llamada Operación Demetrius, que consistió en la detención y el encarcelamiento de 342 personas supuestamente vinculadas con grupos paramilitares del Ejército Republicano Irlandés (IRA).