La imagen más famosa del comandante, un retrato en blanco y negro obra del artista irlandés Jim Fitzpatrick, aparece hoy en camisetas que enfundan las barrigas protuberantes de pequeñoburgueses, en anuncios de cerveza o de guateques de moda. Personajes de la cultura pop como la cantante Madonna o Cheburashka, protagonista de un dibujo animado ruso, son retratados 'a lo Che Guevara'.
Su talante rebelde es lo que sigue fascinando a las nuevas generaciones. Desde hace medio siglo, se le rinde tributo al Che Guevara con películas, canciones, versos o pinturas. También fue un personaje de culto en la URSS. Aunque si el comandante hubiera llegado a escuchar 'La balada del Che Guevara' del grupo Pesniarí, seguramente se habría llevado una sorpresa por cómo su figura se percibía en el país de la primera revolución socialista.
Probablemente en cada país tienen su propio Che. Personas de distintos ideales políticos y estéticos lo consideran su ídolo, sin pararse a pensar siquiera lo ajenas y hasta contrarias que les podrían resultar sus motivaciones internas, sus ideas y acciones, su temperamento y valores éticos.
La vertiginosa trayectoria vital del Che se conoce a través de sus cuadernos, las cartas y las memorias de sus amigos y mujeres, que al igual que él eran unos románticos y aventureros desenfrenados. Parece haber trazado su vida como si de una novela se tratase. Y el autor de esa novela era un notable esteta y vanguardista, de gran cultura y gustos exquisitos, que tenía un alma algo artística y capacidad para materializar sus ideas.
En cuanto a la obra, combina a la perfección los elementos indispensables para mantener atrapadas a varias generaciones de lectores: viajes exóticos en moto y en balsa, amores fogosos y fervor revolucionario, indios y yanquis, leprosos y guerrilleros, amistad y traición, ilusión y desengaño.
El que usara su fuerza para bien o para mal, no tiene demasiada importancia en este caso concreto, dejémoslo a los historiadores. Para millones de personas, el Che Guevara se convirtió en un símbolo que tiene solo una interpretación, que es la de la lucha por los ideales y del rechazo a una existencia acomodada al precio de la libertad.
"La revolución es algo que se lleva en el alma, no en la boca para vivir de ella", decía el Che. Desde que su imagen se convirtiera en un icono de las protestas estudiantiles de 1968, el mundo ha cambiado mucho, y el retrato del mítico comandante se ha convertido en un elemento de decoración que se usa con frecuencia en locales nocturnos y colecciones de moda.
Sin embargo, casi medio siglo después, los manifestantes turcos de la plaza Taksim alzan banderas con el rostro del Che Guevara. Lo que significa que el eterno rebelde está entre nosotros. Como dice la canción: "Seguiremos adelante. Como junto a ti seguimos. Y con Fidel te decimos: Hasta siempre, comandante".
LA OPINIÓN DEL AUTOR NO COINCIDE NECESARIAMENTE CON LA DE SPUTNIK
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