El ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, pidió hoy a Turquía una información exhaustiva sobre sospechosas substancias químicas incautadas cerca de la frontera con Siria.
“Esperamos que el Gobierno turco informe de forma exhaustiva y rápida sobre (…) el incidente”, dijo Lavrov en rueda de prensa.
Agregó que “la situación es bastante seria como para que sigan jugando con ella quienes hablan constantemente del problema de armas químicas”. “Hay que investigar todos los incidentes” parecidos, subrayó.
La prensa turca informó la víspera de la detención, durante un operativo antiterrorista que se llevó a cabo en la provincia fronteriza de Adana, de 12 miembros del grupo insurgente sirio Frente Al Nusra, a quienes incautaron supuestamente dos kilos de gas tóxico sarín. El gobernador de Adana, Huseyin Avni Cos, precisó más tarde que el sarín no estaba entre las substancias incautadas, y que la mitad de los detenidos ya están en libertad.
Una fuente citada hoy por el diario turco Vatan afirmó que los detenidos son simpatizantes de Al Qaeda que se sometieron a un curso de adiestramiento militar en Siria y se entrenaron en el manejo de artefactos explosivos para tramar una serie de atentados terroristas en Turquía, en particular, contra la base aérea de Incirlik usada por EEUU. El periódico sigue hablando del gas sarín y no descarta que haya llegado a Turquía desde Libia.
Las autoridades y la oposición en Siria se acusan recíprocamente de usar armas químicas. Los rebeldes denunciaron que las tropas gubernamentales recurrieron a ellas en diciembre pasado en Homs. Por su parte, el Gobierno afirmó que los insurgentes utilizaron substancias tóxicas en las cercanías de Alepo el 19 de marzo.