El número de muertos por la gripe aviar H7N9, detectada por primera vez en humanos en China a finales de marzo, alcanzó 21 personas después de que falleciera un habitante de Shanghái, informó hoy el Comité de Salud y Planificación Familiar de China.
Anteriormente, se informó de 20 víctimas de la cepa H7N9, once en Shanghái, cinco en la provincia de Zhejiang, tres en la provincia de Jiangsu y una en la provincia de Anhui.
Asimismo, las autoridades informaron el lunes sobre dos nuevos casos de contagio del virus, ambos en la provincia de Zhejiang, elevando el número de infectados hasta 104 personas, según datos para las 08.00 GMT.
De los enfermos, 70 se encuentran hospitalizados, mientras 13 personas, a las que se les diagnosticó anteriormente la gripe H7N9, convalecieron y ya fueron dadas de alta.
Los expertos chinos subrayan que por ahora no se han detectado casos de contagio entre humanos. Indican que por el momento tampoco se puede hablar de una epidemia.
Según especialistas sanitarios, el virus se destruye con tratamiento térmico y por tanto se aconseja a la población evitar contactos con aves vivas y cocinar con más atención los alimentos de carne avícola.