Rusia no aceptará usar su influencia para que el presidente de Siria, Bashar Asad, se vaya, dijo hoy el jefe del comité internacional de la Cámara Baja del Parlamento ruso, Alexéi Pushkov.
“Los estadounidenses quieren que utilicemos nuestra influencia para conseguir que Asad se vaya. No lo haremos, creo, por considerarlo incorrecto. En cambio podríamos contribuir a que comience el proceso negociador”, señaló el parlamentario en rueda de prensa.
Según Pushkov, EEUU ya empieza a prestar oído a algunas propuestas de Rusia sobre Siria.
“Nuestros amigos estadounidenses han reconocido, en particular, que la destrucción de las estructuras administrativas en Siria tendría consecuencias nefastas (…). Comprenden que si todo viene abajo, tendremos otro Afganistán”, afirmó.
Washington está consciente de que junto con los rebeldes vendrán islamistas radicales, vinculados con organizaciones terroristas internacionales, por lo cual pueden verse en peligro los cristianos, los chiitas y otras minorías de Siria, agregó.