El embajador de Siria ante la ONU, Bashar Jaafari, acusó a Turquía de robo de patrimonio sirio y “terrorismo económico”.
“El Gobierno de Turquía se aprovechó de los sufrimientos del pueblo sirio para practicar piratería y terrorismo económico. Así, robó casi 1.500 equipos farmacéuticos e industriales que desmontó en la ciudad de Alepo y transportó a Turquía”, declaró Jaafari al intervenir el martes ante el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.
Según Jaafari, “estos crímenes contra el desarrollo y el bienestar del pueblo sirio deben ser condenados al igual que cualquier ataque terrorista”.
El Consejo de Seguridad de la ONU, a juicio del embajador, debe obligar a Turquía a “devolver los bienes robados” y pagar indemnizaciones.
Desde marzo de 2011, el conflicto armado en Siria entre la oposición y las fuerzas leales al presidente Bashar Asad ha causado al menos 60.000 muertos y más de 600.000 refugiados, según la ONU. Turquía presta asistencia a los refugiados sirios pero, según Damasco, también proporciona apoyo a los rebeldes.