La Alianza Atlántica no planea inmiscuirse en el conflicto de Siria, aunque apoya a la oposición siria, declaró el presidente del Comité Militar de la OTAN, general danés Knud Bartels, reunido hoy en Moscú con el jefe del Estado Mayor del Ejército ruso, coronel general Valeri Guerásimov.
“La OTAN no tiene intención abierta ni oculta de crear una zona de exclusión aérea sobre Siria, ni un plan de inmiscuirse en su conflicto”, dijo Bartels. A su juicio la caída del régimen de Bashar Asad es inevitable. “No sé cuánto sucederá, pero me inclino a pensar que caerá”, señaló.
El general, al mismo tiempo, expresó la inquietud por el desarrollo de la situación en Siria después de que Asad abandone el escenario político. “No sé qué fuerza política o religiosa tomará el poder en el país ni quién controlará las armas químicas tras la ida de Asad”, indicó.
Agregó que la OTAN comparte la preocupación de Rusia por el conflicto en Siria y prometió mantenerse en contacto con Guerásimov al respecto.
El portavoz de la cancillería rusa, Alexandr Lukashévich, reafirmó hoy que Rusia no ha cambiado ni cambiará su posición con respecto al arreglo en Siria.
Fue una reacción al júbilo expresado por el Departamento de Estado de EEUU por las palabras del vicecanciller ruso Mijaíl Bogdánov de que “el régimen de Bashar Asad va perdiendo terreno”. Al comentarlas, el Departamento de Estado dijo que “Moscú se ha despertado y está cambiando su posición”.
Rusia se pronuncia a favor de arreglar el conflicto en Siria según los acuerdos de Ginebra de junio pasado, que estipulan el cese del fuego y el comienzo de un diálogo entre los representantes del Gobierno y la oposición.
