El canciller ruso Serguéi Lavrov declaró hoy que Moscú podría contribuir a que Turquía y Siria establezcan un diálogo directo con el fin de analizar el problema de seguridad en su frontera común.
“Propusimos a Ankara y Damasco que entablen un diálogo directo. La propuesta todavía no se ha realizado, lamentablemente, pero sigue en vigor. Podemos ayudar a crear el respectivo mecanismo, si hace falta”, señaló Lavrov en rueda de prensa en Moscú.
Rusia comprende la inquietud de Turquía por problemas de seguridad en su frontera, pero advierte que una provocación podría tener por resultado la reanudación del conflicto en la región, dijo Lavrov teniendo en cuenta la perspectiva de emplazamiento de misiles Patriot (PAC-3) en la frontera turco-siria.
Al citar la famosa frase de Chéjov: “Si hay un rifle colgado en la pared en la primera escena de la obra, disparará en el último acto”, el canciller indicó que toda acumulación de armas presenta amenaza.
Según la prensa local, se espera el suministro de dos baterías Patriot (PAC-3) a Turquía. Anteriormente, tales misiles fueron emplazados en territorio turco en dos ocasiones, en 1991 y 2003, durante la primera y la segunda guerras de Irak, pero no se emplearon nunca.
Lavrov informó en rueda de prensa que analizará esa situación con el secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen, en una conversación telefónica. “Rasmussen me lo pidió, por lo visto quiere explicar su posición al respecto. Lo escucharé. Se entiende que nadie está interesado en arrastrar a la OTAN al conflicto sirio”, dijo.
Tuquía, como miembro de la Alianza Atlántica, solicitó oficialmente el miércoles pasado suministrarle misiles Patriot para proteger su frontera de 900 kilómetros con Siria. El presidente turco declaró que los necesita para bajar la tensión en la zona de conflicto en Siria. Negó que vayan a servir para establecer una zona de exclusión aérea sobre territorio sirio.
