El primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, y el titular de Defensa, Ehud Barak, están a favor de lanzar un ataque contra las plantas nucleares de Irán en otoño próximo, pero de momento no encuentran apoyo por parte de altos mandos de las Fuerzas Armadas ni de los servicios secretos, afirman analistas del rotativo israelí Yediot Aharonot.
Barak reconoce que Irán daría una respuesta a tal ataque, atrayendo el movimiento libanés Hezbolá, que dispone de miles de cohetes. Al mismo tiempo expresa la seguridad de que Israel podrá resistir y no se convertirá en un paria a los ojos de la comunidad mundial, la que cree necesario proseguir las negociaciones y la política de sanciones, dicen los articulistas.
Señalan que Netanyahu está seguro de que la actual Administración de EEUU no es capaz de impedir el avance de Irán hacia el desarrollo de su propia arma nuclear.
Netanyahu y Barak se inclinan a asestar un golpe a Irán hasta las elecciones presidenciales que se celebrarán en EEUU en noviembre próximo, informa Yediot Aharonot.
Hace poco, fue comentada mucho la frase del primer ministro pronunciada en una entrevista televisiva de que corresponde a los políticos tomar la decisión de bombardear Irán y que los militares deberán cumplirla. Además, Netanyahu recordó que su antecesor Menájem Beguín dispuso en 1981 destruir el reactor nuclear en Irak pese a las protestas de los militares y del Servicio de Inteligencia.
Los líderes de Israel ven en Irán, con su proyecto nuclear, retóricas hostiles y apoyo a las fuerzas anti- Israel en todo el Oriente Próximo, una amenaza a la existencia misma del Estado israelí e instan a la comunidad mundial a tomar medidas decisivas para neutralizarlo. Tampoco excluyen la realización de una operación militar por cuenta propia.