Las autoridades japonesas iniciaron hoy labores para apagar el último reactor nuclear activo en el país, que se ubica en la planta Tomari, informaron fuentes de la operadora de la central, Hokkaido Electric Power.
Asimismo, Hokkaido Electric Power, comenzó a reducir la potencia del reactor de con el objetivo de proceder a la paralización definitiva de su generador tres horas después de la finalización de las labores.
Con la presente parada, por primera vez en 38 años Japón se quedará sin ningún reactor nuclear operativo y dejará de producir electricidad a través de la energía nuclear.
El pasado marzo, Japón cerró para una revisión rutinaria el reactor 6 de Kashiwazaki-Kariwa, con lo que un año después de la crisis en Fukushima el reactor de la planta de Tomari, en la isla nipona de Hokkaido, se convirtió en el único operativo en el país nipón.
La reactivación de los reactores paralizados pende de las respectivas pruebas de resistencia y a la aprobación de las autoridades japonesas y los habitantes de las localidades que albergan las plantas.
Un terremoto de nueve grados de magnitud Richter sacudió en marzo de 2011 la costa noreste de Japón causando olas de más de 10 metros. El temblor provocó una situación de emergencia en la central nuclear de Fukushima-1, donde los fallos en el sistema de refrigeración provocaron explosiones en varios reactores con la posterior fuga de radiación. Poco después del accidente se reportó la contaminación radiactiva del aire, el agua marina y potable y los alimentos, en particular, con isótopos de yodo y cesio.
Expertos japoneses estiman que la contaminación a raíz de la avería en la planta de Fukushima-1 alcanza un 20% del nivel registrado tras la catástrofe nuclear de Chernóbil en 1986.