La reciente aparición de rumores antagónicos sobre la inminencia o no de una guerra en el Golfo Pérsico, aproximan la posibilidad de que en efecto estalle una guerra contra Irán, con repercusiones impredecibles para todo el mundo, constatan expertos rusos.
Entre los argumentos que respaldan la proximidad del conflicto, los expertos destacan la postura adoptada por el gobierno de Israel de no informar a EEUU sobre sus planes para destruir instalaciones nucleares de Irán.
Según un funcionario de los servicios de inteligencia estadounidenses, esa es la postura inamovible adoptada por las autoridades israelíes en la ronda de consultas sostenidas recientemente con funcionarios de alto rango de EEUU dedicadas a la situación en torno a Irán.
A juzgar por los funcionarios, EEUU ha gastado sus últimos cartuchos, así en enero en Israel estuvo el presidente del comité de Estados Mayores de las FFAA de EEUU, Martin Dampsey, y en febrero, el consejero de la Casa Blanca para asuntos de Seguridad Nacional Tom Donilon, y el jefe de la Inteligencia Nacional James Clepper.
En la agenda queda pendiente la invitación de visitar Washington hecha por el presidente de EEUU, Barack Obama, al primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, el próximo 5 de marzo.
Citado por la agencia Associated Press, el funcionario indicó esta semana que las autoridades israelíes no revelarán ningún detalle al respecto, para que después nadie pueda afirmar que EEUU pudo, pero no logró persuadir a Israel renunciar a sus planes bélicos.
Es decir, a los argumentos de los estadounidenses sobre la inconveniencia de una guerra en el Golfo Pérsico, los israelíes respondieron que no pueden garantizar que no atacarán, y si lo piensan hacer, no piensan decir cuándo o cómo ocurrirá.
Entre tanto, la Casa Blanca, el Pentágono y la embajada de Israel en Washington se abstuvieron de comentar la información de Associated Press.
Según la agencia, los israelitas optaron por mantener sus planes en secreto porque comprendieron que EEUU no planea colaborar en la ejecución de esa operación, y mucho menos destinar su potencial militar para emprender acciones bélicas por su cuenta.
Además en Tel Aviv consideran que Washington no toma en serio las consecuencias que puede acarrear la aparición de un Irán con armamentos nucleares.
Los servicios secretos de EEUU revelaron recientemente que a partir del año 2003, el programa nuclear iraní no desarrolla proyectos relacionados con el armamento nuclear.
Y no obstante, preocupado por las actividades para enriquecer uranio en territorio iraní, Washington declara oficialmente que es inadmisible que Teherán desarrolle actividades encaminadas a la construcción de bombas atómicas.
Pero los israelitas están seguros que Irán precisamente está trabajando en el asunto, y alertan que las sanciones internacionales ya no pueden impedir que Teherán logre su objetivo.
En las actuales circunstancias, para Israel el bombardeo de las instalaciones nucleares iraníes es la solución más adecuada para solucionar el problema.
El secretario de Defensa de EEUU Leon Panetta ya declaro que Israel puede emprender ataques preventivos contra las instalaciones iraníes en la primavera o verano del presente año, es decir, muy pronto, pues en el hemisferio norte la primavera comienza en marzo.
Y no obstante las aseveraciones de que los preparativos para una guerra contra Irán prácticamente están en marcha, esta semana aparecieron rumores que indican todo lo contrario.
El pasado lunes, la página WikiLeaks filtró informaciones de la agencia privada de inteligencia Stratfor según las cuales, el servicio de espionaje de Israel ya en noviembre de 2011 había informado al gobierno israelí sobre la destrucción de la infraestructura nuclear de Irán.
Entre las filtraciones figura correspondencia de agentes de Stratfor relacionadas con las explosiones ocurridad en la base de los Guardianes de la Revolución cerca a Teherán, ocasionado la muerte de al menos 17 personas, en noviembre del año pasado.
Una de esas cartas cita la opinión de un informante de Strarfor en los servicios secretos israelíes al responder sobre la participación de Israel en esos acontecimientos.
“Pienso que es una maniobra para despistar. Israel ya destruyó toda la infraestructura nuclear de Irán hace semanas atrás”, dijo el informante, citado por WikiLeaks.
El informante opinó que Irán ya no representa ningún peligro para Israel y que la campaña a favor de una operación bélica es promovida por los lideres de Europa para desviar la atención por la crisis de la deuda.
Según ciertas fuentes, agentes israelíes de procedencia iraní que emigraron a Israel con ayuda de guerrilleros kurdos perpetraron acciones subversivas en el territorio de Irán.
Entre otros documentos filtrados figuran análisis que concluyen que si ocurre una guerra entre Israel e Irán, los países más favorecidos serán Arabia Saudita y Rusia, los mayores exportadores de petróleo, y los más afectados, serán China y Europa.
A juicio de los expertos rusos la aparición de versiones contradictorias es una señal que indica que la guerra está a la vuelta de la esquina.
Según esos expertos, Israel no puede perder más tiempo, porque más tarde las condiciones serán menos favorables para solucionar el asunto con la ayuda de su aviación de combate.
A su juicio, las discrepancias entre EEUU e Israel sobre la guerra contra Irán sólo radica en los plazos, porque Washington y sus aliados tanto árabes como europeos, consideran que la guerra es el único recurso para poner fin al régimen de los Ayatolás en el país islámico.
Antes de emprender la guerra con Irán, es necesario derrocar al presidente de Siria, Bashar Asad, porque Siria es un eslabón clave de la influencia iraní en Oriente Medio, y esto requiere tiempo.
Más tarde la situación será desfavorable por la postura de Rusia, si el primer ministro Vladímir Putin gana las elecciones el próximo domingo y regresa a la presidencia del país.
Al explicar su postura en asuntos de política exterior, Putin fue categórico al advertir que está en contra de una guerra contra Irán.
Expertos militares rusos consideran que esto quiere decir que Rusia puede reanudar los suministros de armamento defensivo a Irán, entre ellos los sistemas de defensa antiaérea S-300, y esto condiciona que los ataques de la aviación israelí contra las instalaciones iraníes, costará muchas pérdidas en aviones y hombres.
LA OPINIÓN DEL AUTOR NO COINCIDE NECESARIAMENTE CON LA DE RIA NOVOSTI
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